Sumida en recuerdos de niñez, los cuales han dolido con la partida de l@s viejit@s querid@s, tomé la decisión más racional en la ambigüedad de mi personalidad, dejar conmigo la poesía de los mejores momentos. Momentos llenos de flores y árboles frutales, de arbustos semi-cuidados, gallinas y huevos correteados por gatos invasores. El sonajero de platos y tazas para tomar té, a pesar de las tediosas tardes de verano...Sumida en esos recuerdos flameantes, cual volantín de fantasías, aserrín y neoprén, encontraba los juegos más insólitos, las carcajadas más contagiosas, los besos más apretados, la complicidad más inocente, los colores más bellos. Entonces el amor cobra sentido y lamentas aquella vez que no quisiste ir, que tenías otras preferencias, que te alejaste sin dar cuenta del paso del tiempo, sin pensar que se acabaría y que tal vez tendrías otro recuerdo más almacenado en tu cabeza...aunque pasa el viento, suenan los árboles, hueles las flores y el flameante volantín se tensa en las alturas... y vuelas, vuelas tratando de alcanzarlos, hasta resignarte en que algún día, lo harás.lunes, 21 de octubre de 2013
"Marcas de vida en la piel"
Sumida en recuerdos de niñez, los cuales han dolido con la partida de l@s viejit@s querid@s, tomé la decisión más racional en la ambigüedad de mi personalidad, dejar conmigo la poesía de los mejores momentos. Momentos llenos de flores y árboles frutales, de arbustos semi-cuidados, gallinas y huevos correteados por gatos invasores. El sonajero de platos y tazas para tomar té, a pesar de las tediosas tardes de verano...Sumida en esos recuerdos flameantes, cual volantín de fantasías, aserrín y neoprén, encontraba los juegos más insólitos, las carcajadas más contagiosas, los besos más apretados, la complicidad más inocente, los colores más bellos. Entonces el amor cobra sentido y lamentas aquella vez que no quisiste ir, que tenías otras preferencias, que te alejaste sin dar cuenta del paso del tiempo, sin pensar que se acabaría y que tal vez tendrías otro recuerdo más almacenado en tu cabeza...aunque pasa el viento, suenan los árboles, hueles las flores y el flameante volantín se tensa en las alturas... y vuelas, vuelas tratando de alcanzarlos, hasta resignarte en que algún día, lo harás.
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