lunes, 21 de octubre de 2013

"Marcas de vida en la piel"

Sumida en recuerdos de niñez, los cuales  han dolido con la partida de l@s viejit@s querid@s, tomé la decisión más racional en la ambigüedad de mi personalidad, dejar conmigo la poesía de los mejores momentos. Momentos llenos de flores y árboles frutales, de arbustos semi-cuidados, gallinas y huevos correteados por gatos invasores. El sonajero de platos y tazas para tomar té, a pesar de las tediosas tardes de verano...Sumida en esos recuerdos flameantes, cual volantín de fantasías, aserrín y neoprén, encontraba los juegos más insólitos, las carcajadas más contagiosas, los besos más apretados, la complicidad más inocente, los colores más bellos. Entonces el amor cobra sentido y lamentas aquella vez que no quisiste ir, que tenías otras preferencias, que te alejaste sin dar cuenta del paso del tiempo, sin pensar que se acabaría y que tal vez tendrías otro recuerdo más almacenado en tu cabeza...aunque pasa el viento, suenan los árboles, hueles las flores y el flameante volantín se tensa en las alturas... y vuelas, vuelas tratando de alcanzarlos, hasta resignarte en que algún día, lo harás.

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